Internet ha cambiado el mundo, pero estos cambios no siempre son para bien. Tim Berners-Lee, inventor de las páginas web, desvela los peligros de Internet. ¿Está llegando el momento en que Internet se nos está escapando de las manos?
Se ha hablando mucho estos últimos meses sobre los peligros de la inteligencia artificial, pero existen otros riesgos mucho más reales y cercanos, porque ya están entre nosotros.
La manipulación de Internet ha cosechado numerosos éxitos. Ha cambiado gobiernos, ha ayudado a florecer los movimientos extremistas, desde el terrorismo hasta la ultraderecha o el populismo, y ha destruido la privacidad de las personas.
La alarma ha llegado hasta los Padres de Internet. Tim Berners Lee, el inventor de la World Wide Web (WWW), es decir, la tecnología de páginas webs que utilizamos desde el nacimiento de Internet, ha publicado una carta abierta a todo los usuarios, en donde desvela los tres grandes peligros de Internet y da las claves para frenarlos, antes de que sea demasiado tarde.
Hoy se cumplen 28 años desde que Tim Berners-Lee presentó su propuesta para crear las páginas web. Berners-Lee imaginó Internet como “una plataforma abierta que permitiera a todo el mundo, en cualquier lugar, acceder a oportunidades y colaborar superando las barreras culturales y geográficas“. Su visión se ha cumplido, pero Internet se ha vuelto tan poderosa que corremos el riesgo de dejar que la manipulación y la ausencia de privacidad destruyan la verdad, la ética y la independiencia.
En un mensaje abierto al mundo, Tim Berners-Lee habla sobre los tres grandes peligros de Internet.
Hemos perdido el control de nuestros datos personales
¿En Internet todo es gratis? Falso. En la Red no se comercia con dinero, sino con información privada. Todos los servicios gratuitos cobran mediante la recopilación de nuestros datos personales y costumbres de uso. A Berners-Lee no solo le preocupa esta recopilación de datos, sino que se ocultan en “silos aislados“, y nosotros mismos no podemos acceder a ellos. No nos permiten decidir qué hacer con ellos, a quién queremos cedérselos, cuáles de esos datos queremos compartir, y para qué se utilizan.
Esta recopilación masiva permite a gobiernos dictatoriales perseguir y encarcelar a la oposición y espiar sus movimientos. Pero también se utiliza en países democráticos para restringir la libertad de expresión y la independencia profesional.
Es muy fácil lanzar noticias falsas que se expanden por la Red
Casi todo el mundo se informa hoy en día por medio de las redes sociales y unos pocos buscadores. Estos servicios solo ganan dinero cuando los visitantes entran en los enlaces. Los algoritmos están diseñados para analizar la información personal y ofrecer cebos en forma de noticias a las que somos propensos a entrar, principalmente porque tienen titulares llamativos, exagerados o demagógicos. Este sistema permite que las noticias falsas o distorsionadas se difundan rápidamente por la Red. Mediante el análisis de big data y el uso de un ejército de bots que crean cuentas en las redes sociales y expanden noticias falsas, se manipula la verdad en favor de intereses oscuros.
Las campañas políticas online son manipuladoras
Los gobiernos y los partidos políticos se aprovechan de la información privada para crear campañas políticas personalizadas en función de grupos de usuarios concretos. Dicen a la gente lo que quieres oir, en muchos casos enviando mensajes completamente opuestos a diferentes grupos de votantes. Redirigen a webs y redes sociales afines a ciertos grupos de votantes, y ponen trabas o desvian a otros lugares a grupos de votantes contrarios.
En las pasadas elecciones de Estados Unidos se detectaron más de 50.000 variantes de anuncios políticos que se enviaban en un solo día desde Facebook. Mensajes de un mismo partido con propuestas completamente opuestas, según a quien iban destinados. ¿Es eso democrático?
¿Qué podemos hacer?
Según Tim Berners-Lee, son problemas complejos y no existen soluciones simples. El inventor de las páginas web pide a las empresas de Internet que trabajen junto con los usuarios para devolvernos parte del control de nuestros datos personales. Crear nuevas tecnologías que pongan en común los datos privados que queremos compartir, y solo esos, y dejar atrás el espionaje en favor de otros métodos de financiación como las suscripciones y los micropagos.
También afimar que debemos luchar contra el espionaje de los gobiernos, recurriendo a la Justicia si es necesario, Debemos presionar a Google y Facebook para que pongan más medidas que frenen las noticias falsas, pero sin crear entidades centralizadas que decidan lo que es verdad y lo que no. Hay que establecer una especie de Derechos de Internet, que todos los servicios online deben comprometerse a cumplir, y hay que regular las campañas políticas en la Red.
No son medidas fáciles de llevar a cabo, pero son decisiones que hay que tomar. Antes de que sea demasiado tarde…
Fuente: Computerhoy
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